Se denomina periodo o flujo menstrual a la pérdida de sangre por vía vaginal debida a la descamación del endometrio, que se produce con un intervalo aproximado de un mes. El inicio de la menstruación marca el principio de la vida reproductiva de la mujer.

Se pierden aproximadamente 130 ml de sangre por ciclo, con un rango que va de los 13 a los 300 ml. Por lo general el sangrado —que no se coagula a menos que sea muy abundante— es más copioso el segundo día.

Se considera el primer día de sangrado como el primer día del ciclo menstrual, en el cual intervienen varios elementos, entre ellos las principales hormonas que producen los ovarios y la hipófisis —estrógenos, progesterona, folículo-estimulante y latinizante—, y participan diversos órganos, como el útero, los ovarios, el hipotálamo y la hipófisis, entre otros.




El ciclo menstrual

El endometrio es el revestimiento interno del útero. Se compone de tres capas; la primera es la que se elimina con la menstruación mes a mes, y se regenera en el mismo lapso de acuerdo con la fase del ciclo que le corresponde.

Con base en los acontecimientos endocrinos, el ciclo menstrual —que puede ser de entre 23 y 35 días— se divide en tres fases.

La fase folicular (preovulatoria) comienza el primer día de sangrado y se extiende hasta el día anterior al incremento preovulatorio de la hormona luteinizante, la cual marca el inicio de la fase ovulatoria. Esta es la más variable en cuanto a duración, ya que se considera dentro de lo normal un rango que va de los 12 y los 14 días. En este periodo ocurre el engrosamiento del endometrio debido a la elevación de los estrógenos y de la hormona estimulante del folículo, misma que se regenera por completo en un lapso de entre cuatro y siete días después de la menstruación. De igual manera se estimula el crecimiento de un grupo de tres a 30 folículos (óvulos) que son reclutados debido a su crecimiento acelerado durante los últimos días del ciclo anterior. A medida que los niveles de la hormona folículo-estimulante descienden, se selecciona uno de estos folículos para ovular, y cuando éste madura, los demás quedan eliminados.

Normalmente la fase ovulatoria se presenta el día 14 del ciclo. Dada la serie de complejos acontecimientos hormonales que en ella se producen, se considera la fase ovulatoria como la etapa fértil del ciclo menstrual. Aquí es cuando el folículo u óvulo aumenta de tamaño y protruye en la capa externa del ovario que, al romperse, da lugar a la ovulación, o sea a la liberación del óvulo por el ovario.

La fase lútea o postovulatoria ocurre en la segunda mitad del ciclo menstrual. Durante la misma el huevo empieza a desplazarse a lo largo de la trompa de Falopio hacia el útero, lo que provoca el incremento de los niveles de progesterona y ayuda a preparar el recubrimiento del útero para un posible embarazo. Si un espermatozoide fertiliza el huevo y éste se adhiere a la pared del útero, la mujer queda embarazada. Si el huevo no es fertilizado, se disuelve o es absorbido por el cuerpo, el embarazo no tiene lugar, los niveles de estrógeno y progesterona descienden, el recubrimiento ensanchado del útero se libera y la menstruación baja.

Los órganos de la reproducción y el ciclo menstrual

El cuello uterino. Durante la fase folicular se produce un aumento progresivo de la vascularización cervical y de la secreción de moco cervical. El orificio cervical externo se abre hasta alcanzar un diámetro de 3 mm en la ovulación, luego se reduce a 1 mm. El incremento progresivo de los estrógenos hace que aumente de diez a 30 veces la cantidad de moco cervical, cuyas características resultan clínicamente útiles para evaluar la etapa del ciclo y el estado hormonal de la paciente.

La elasticidad del moco aumenta justo antes de la ovulación, si bien durante la fase latencia, y por influencia de la progesterona, se espesa, se hace menos acuoso y pierde elasticidad.

La vagina. Cuando al inicio de la fase folicular la secreción de estrógenos ováricos es baja, el epitelio vaginal es delgado y pálido, pero a medida que estos se empiezan a elevar, se torna más elástico, resistente y de color violáceo.

Trastornos o irregularidades menstruales

Entre los principales disturbios menstruales se encuentran los siguientes:

 La amenorrea o ausencia del periodo menstrual, que puede ser:

Primaria. Este término se usa para referirse a la ausencia del periodo en mujeres jóvenes que a los 16 años de edad todavía no han comenzado a menstruar. En este caso se necesita descartar en primer término la presencia de malformaciones congénitas o de nacimiento en los órganos reproductores.

Secundaria. Es la falta de la menstruación en mujeres que solían tenerla de manera regular. Algunas de las causas de la amenorrea son fisiológicas o normales, como el embarazo y la lactancia, mientras que otras resultan de pérdidas de peso extremas como resultado de enfermedades graves, trastornos alimentarios, ejercicio excesivo o estrés. También puede estar relacionada con problemas de los órganos reproductivos u hormonales de las glándulas pituitaria, tiroides, ováricas o adrenales.

• Dismenorrea o cólicos menstruales: son los periodos

dolorosos que incluyen molestias menstruales graves. Por lo general, en las mujeres jóvenes el dolor no se debe a ninguna enfermedad o condición médica conocida, sino que es provocado por una hormona llamada prostaglandina, que produce contracciones excesivas del útero o matriz que llegan a ser incapacitantes. Algunos analgésicos de venta libre pueden ayudar a aliviar estos síntomas. A veces una enfermedad o condición médica, como los miomas uterinos o la endometriosis, son la causa del dolor. El tratamiento depende del origen del problema y de su gravedad.

• Sangrado uterino anormal o sangrado vaginal diferente de los periodos menstruales normales. Incluye sangrado muy abundante o escaso, periodos inusualmente largos, demasiado frecuentes o entre periodos. En las adolescentes y en las mujeres que se acercan a la menopausia, los problemas de desequilibrio hormonal suelen provocar estos trastornos, así como ciclos irregulares. Otras causas de sangrado anormal son los fibromas y pólipos uterinos, y el tratamiento dependerá de su origen.

En resumen, se puede decir que la menstruación es la parte del ciclo ovárico en que el endometrio responde al estímulo de los estrógenos en la fase preovulatoria y a la eliminación de la progesterona en la postovulatoria cuando no hay embarazo, y siempre y cuando los ciclos sean regulares y la ovulación se produzca.

No siempre las irregularidades del ciclo menstrual son candidatas a tratamiento, y de primera intención se debe descartar algún problema orgánico.

¿Cuándo ver al médico?

• Si tiene 16 años y todavía no ha comenzado a menstruar.

• Si de pronto su periodo deja de ocurrir.

• Si sangra por más días que de costumbre.

• Si sangra excesivamente.

• Si sangra más que sólo algunas gotas entre periodos.

• Si tiene dolores intensos durante su periodo. 

 

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