El pelo cubre casi toda la superficie de la piel, excepto las palmas de las manos, las plantas de los pies, los labios, los pezones, el ombligo y la tercera falange de los dedos de las manos. En el hombre se encuentra en forma abundante en la piel cabelluda, las axilas, el pubis, las cejas, las pestañas, la zona de la barba y el bigote; en la mujer y el niño es más fino; en la raza negra es más grueso; en la pubertad hace su aparición en el pubis y las axilas, y también es grueso; es más fino en las cejas y las pestañas. En todas las áreas sirve como protección: los de la cabeza nos resguardan de los rayos solares y de los traumatismos; los de las cejas y las pestañas, además de cubrirnos del sol, impiden que partículas extrañas entren en los ojos; en las axilas y el pubis refuerzan el olor del sudor.



¿Por qué algunos tienen más pelo que otros?
La raza y la herencia determinan la cantidad, la textura y el color del pelo, que puede ser lacio, rizado o lanoso y variar de rubio a negro, pasando por diferentes tonos de café; por ejemplo, los asiáticos suelen tenerlo lacio; los de raza negra tienden al rizado, y con base en la herencia, será poblado, muy poblado o escaso.
El pelo puede sufrir diversas alteraciones, como la alopecia androgenética, que es un problema hereditario, así como la llamada calvicie prematura, que según estadísticas de Estados Unidos, es muy frecuente, pues la padece aproximadamente 50% de los hombres y 25% de las mujeres. Aunque en México no existen estadísticas al respecto, representa un motivo importante de consulta médica.
Hay otras alteraciones que implican factores endocrinos, como el hipotiroidismo, el síndrome de ovarios poliquísticos y los tumores ováricos, así como los síndromes de Addison y de Cushing; también ciertos fármacos pueden producir desprendimiento o aumento de pelo, como la heparina, la ciclofosfamida, el me-totrexato, la colchicina, la azatioprina, los anticonceptivos orales combinados, etcétera; incluso el embarazo causa cambios en la cantidad de pelo, ya que por un lado aumenta durante este periodo, y por el otro, su caída se incrementa después del parto. Ésta también
puede originarse en carencias: desnutrición proteica, déficit de ácidos grasos esenciales —como los ácidos linoleico y alfalinoleico— y deficiencia de hierro, además de problemas metabólicos, como insuficiencia renal o hepática.

¿Cuándo crece?
El pelo de las cejas, del labio superior y de la barba se empieza a formar a las nueve semanas de gestación, cuando se origina el germen piloso primario, el cual va aumentando día a día hasta crear el folículo piloso; luego se forma el tallo del pelo.

¿Cuándo se cae?
El ciclo vital del pelo se divide en tres etapas: la primera corresponde al periodo de crecimiento, llamado fase anágena, que dura de dos a seis años; la segunda es una fase de transición en la cual el folículo permanece inactivo durante dos o tres semanas; finalmente ocurre la etapa de eliminación del pelo, que dura de dos a tres meses, llamada telógena, cuando éste es empujado por el nuevo. Se sabe que cada folículo produce unos 20 cabellos a lo largo de toda su existencia y que en total hay aproximadamente 100000 pelos en una piel cabelluda sana, de los cuales por lo general se pierden de 50 a 100 al día, aunque de manera simultánea están creciendo otros, de tal forma que siempre hay más o menos la misma cantidad.
Conservarlo o eliminarlo
Es conveniente mantener el pelo porque, como ya se mencionó, es una protección. Hay que conservarlo lo más sano posible, con higiene y buena alimentación, tratando de evitar los agentes agresores. Eliminarlo provoca trastornos a nivel de piel cabelluda, debido a que se produce mayor exposición al sol, cosa que acarrea problemas que es fácil observar en quienes no lo tienen. Tal es el caso de la alopecia androgenética, que incrementa la susceptibilidad a desarrollar lesiones en la piel que se encuentra desprotegida; éstas van desde cambios de coloración —como manchas de color café— y lesiones premalignas, como las queratosis actínicas, hasta cáncer de piel.
Actualmente, y por estética se tiende a eliminar el pelo de varias áreas del cuerpo, pero hay que tomar en cuenta que si lo tenemos es por algo, ya que tiene una función determinada en el cuerpo: protegerlo.

¿Rasurarse o depilarse?
Aunque rasurarse es fácil, económico, rápido, indoloro y seguro, el resultado dura muy poco. Sólo en cosa de horas o días aparece una punta roma incluso más gruesa, por lo que las mujeres tienden a rechazar este método para deshacerse del vello. Los efectos colaterales son la hiperpigmentación postinflamatoria (oscurecimiento de la piel de ese sitio), la pseudofoliculitis, la dermatitis de contacto, así como pequeñas erosiones y excoriaciones.
Depilarse es una manera más duradera de librarse del vello por días e incluso semanas, porque se trata de eliminar el folículo piloso. El método más común es el de la cera; por lo general se usa en forma de tiras frías o calientes que se colocan sobre el área que se va a depilar y luego se retiran en sentido contrario a la dirección en que crece el pelo; el proceso puede provocar pseudofoliculitis o foliculitis infecciosa.
Con pinzas de depilar se arranca pelo por pelo o grupos de ellos; este método se usa en especial en las cejas y la cara, y es sencillo, barato y rápido.
El concepto de depilación permanente se entiende como la reducción significativa, estable y sostenida del pelo. Se practica por medio de aparatos láser que requieren la valoración del paciente antes de su aplicación. Para obtenerla se debe acudir a un centro especializado, donde profesionales realizan estos procedimientos en sesiones repetidas hasta lograr un resultado satisfactorio. El método es caro, aunque al paso del tiempo el precio tiende a bajar.

¿Mucho vello indica enfermedad?
El exceso de pelo en un área del cuerpo normalmente no pilosa es una alteración que se denomina hipertricosis y puede ser congénita o adquirida, localizada o generalizada. Un trastorno que afecta a las mujeres es el hirsutismo, el cual se define como el crecimiento excesivo de pelo en un patrón típicamente masculino, por ejemplo en el labio superior, las mejillas, la barba, la cara anterior del tórax, las mamas, el abdomen inferior y la región inguinal. Es resultado de la secreción excesiva de andrógenos en los ovarios o las glándulas suprarrenales o de la estimulación de un tumor de la hipófisis. Por ello los casos de hirsutismo grave y progresivo deben ser estudiados en conjunto por un endocrinólogo.
¿Y los de las orejas?
A veces se observa crecimiento de vello en las orejas, situación que se conoce como hipertricosis auricular y se da normalmente en hombres mayores, enfermos de sida, recién nacidos, hijos de madres diabéticas y pacientes con diabetes mellitus.
Por lo común se elimina cortándolo con tijeras o v arrancándolo con pinzas de depilar; el problema es que volverá a crecer, igual que los que salen en la nariz.


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